Capital en el Siglo Veintiuno: Una reseña del libro (1 de 2)
“When the rate of return on capital exceeds the rate of growth of output and income, as it did in the nineteenth century and seems quite likely to do again in the twenty-first, capitalism automatically generates arbitrary and unsustainable inequalities that radically undermine the meritocratic values on which democratic societies are based.”
Thomas Piketty
Reconocido como un éxito en ventas por la mundialmente famosa lista de libros del diario New York Times, Capital en el Siglo Veintiuno promete ser la versión 2.0 de “Das Kapital” (“El Capital”), de Karl Marx, que revolucionará la forma en que pensamos sobre el capitalismo de libre mercado como sistema económico que promueve la generación de riquezas y el bienestar de los individuos en todo el mundo.
Su autor, Thomas Piketty, es un economista francés egresado de la Escuela de Economía de Londres y profesor de la Escuela de Economía de París y de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de Francia, que posee más de 20 años de experiencia estudiando temas de pobreza y distribución de la riqueza. Con su obra, Piketty no solo ha podido despertar la atención de la academia en todo el mundo, sino que ha recibido elogios de importantes figuras reconocidas en el campo de la economía, como los ganadores al Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz (2001) y Paul Krugman (2008).
La tesis principal del libro establece que cuando la tasa de retorno al capital—en otras palabras, el ingreso que reciben los dueños del capital—excede la tasa de crecimiento de la economía, el sistema capitalista produce un nivel de desigualdad en la distribución del ingreso que atenta contra el sostenimiento de las instituciones democráticas, por lo que la sociedad, según predice el autor, culminará en caos o revolución!
Cabe destacar que la idea de que el sistema capitalista es insostenible no es un aporte nuevo de Piketty puesto que, en 1848, Marx y Engels habían establecido en su Manifiesto Comunista que el régimen capitalista “destruirá y hará desaparecer la sociedad”, debido a la desigualdad que provoca. Estas predicciones, por su puesto, aún son descartadas por la evidencia histórica.
Piketty observa un fenómeno estadístico y lo constituye el principal soporte de su tesis: un aumento significativo en la desigualdad de la distribución del ingreso a partir de la revolución industrial que solo es revertido por la ocurrencia de eventos sociales catastróficos, como son la Primera y Segunda Guerra Mundial. Por ejemplo, en el caso de los Estados Unidos, el porcentaje de ingresos percibidos por el decíl más alto de la distribución cayó desde el 50% en 1920 a menos de 35% en 1950. A partir de 1970, el nivel de desigualdad ha aumentado significativamente hasta retornar a los niveles del 50% en el 2010. Esto, según Piketty, debe llamar la atención de los hacedores de políticas para que tomen acción antes de que se produzca algún fenómeno que atente contra la paz social. La solución que propone Piketty consiste en establecer un impuesto significativo de escala mundial a los ingresos provenientes del capital.
A pesar del gran trabajo en la recolección de estadísticas económicas, Piketty no hace ningún esfuerzo en ofrecer una teoría que sustente su predicción. Más aún, si los datos muestran que la desigualdad del ingreso es un fenómeno que puede aumentar y disminuir a lo largo del tiempo, no existen razones para descartar que en el futuro el nivel de desigualdad mundial pueda reducirse por otros fenómenos económicos o revoluciones tecnológicas que incremente en ingreso del trabajador.
Debemos ser muy cuidadosos cuando trabajamos con medidas de bienestar económico que se fundamentan en conceptos relativos, ya que estas pueden ser sensiblemente afectadas por decisiones individuales y eventos que no están relacionados con el empeoramiento de la situación económica de las personas. En la próxima entrega, ampliaremos al respecto con algunos casos.