Las economías frecuentemente enfrentan choques adversos. Como ilustración podemos utilizar las crisis bancarias y su impacto sobre el crecimiento económico. Pero los embates provenientes de la naturaleza también constituyen una amenaza.
Los fenómenos atmosféricos extremos, incluyendo los huracanes, pueden causar daños significativos – en pérdidas humanas y económicas. Como expuse en un artículo previo, la ONU reconoce esa realidad: los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (SIDS, por sus siglas en inglés) reciben atención especial por su fragilidad para resistir la ocurrencia de fenómenos climáticos. La República Dominicana pertenece a la categoría SIDS junto con 38 economías.
Sin embargo, las complicaciones derivadas de los fenómenos atmosféricos no son exclusivas de los países en desarrollo. La magnitud del impacto y la duración de los daños también pueden doblegar a los países avanzados. En ese contexto, ¿qué sabemos respecto al efecto de los fenómenos atmosféricos extremos sobre la macroeconomía?
Kim y sus coautores estudian los choques climáticos extremos en los Estados Unidos. Los investigadores compilan información estadística abarcando 60 años. El análisis emplea técnicas econométricas para examinar la variación temporal en la relación entre los choques y la macroeconomía.
La modelación empírica produce resultados relevantes. El incremento en la intensidad de los fenómenos atmosféricos – capturados por un índice estadístico sobre el clima – genera reducciones en el crecimiento de la producción y el consumo. Y además contribuye al incremento en la inflación y el desempleo.
Otros autores también reportan efectos adversos del clima sobre la macroeconomía al nivel global. Akyapı y sus coautores construyen estadísticas utilizando miles de millones de series temporales – observadas diariamente – sobre el clima alrededor del mundo. El análisis luego identifica las series estadísticas con mayor asociación con el producto y variables macroeconómicas fiscales – la base de datos del estudio contiene 199 países e información estadística abarcando 40 años.
Akyapı y sus coautores confirman el efecto de los fenómenos climáticos extremos – como las temperaturas altas – sobre la macroeconomía. El estudio reflexiona sobre qué pueden hacer las autoridades para mitigar el daño. La investigación argumenta que la política fiscal contra-cíclica (por ejemplo, incrementando el gasto público cuando disminuye el producto) contribuye a disminuir la magnitud del efecto de los fenómenos climáticos sobre la macroeconomía.
Los fenómenos atmosféricos extremos son perjudiciales – incluyendo al nivel macroeconómico – para todas las economías, avanzadas y en desarrollo. Pero los países en el grupo SIDS son especialmente vulnerables: por lo tanto, los esfuerzos para adaptar las estructuras económicas de esas economías ante el cambio climático demandan continua atención y el apoyo de la comunidad internacional. Los esfuerzos en esa dirección deben complementarse con la consolidación de las instituciones encargadas de salvaguardar la estabilidad macroeconómica.