El retorno de la inflación luego de casi cuatro décadas – período conocido como la Gran Moderación – es preocupante. Los bancos centrales alrededor del mundo reaccionaron correctamente – apretando la política monetaria – en la etapa posterior al COVID. Pero los resultados esperados han demorado – tomando como referencia el inicio de los incrementos de la tasa de interés de referencia de la política monetaria en los Estados Unidos en 2022.
Los rezagos largos y variables entre las acciones de las autoridades monetarias y el impacto esperado sobre la macroeconomía – investigados por Milton Friedman – siguen operando. Sin embargo, las estadísticas recientes causan optimismo. La gráfica muestra la estructura temporal de las expectativas de inflación para los Estados Unidos calculadas por el Banco de la Reserva Federal de Cleveland: las tres curvas en la gráfica representan las expectativas calculadas (i) el mes actual (septiembre 2024), (ii) el mes anterior (agosto de 2024) y (iii) el año anterior (septiembre 2023) respecto a la inflación para los próximos 30 años.
Específicamente, las dos curvas estimadas en 2024 reflejan expectativas de inflación por debajo de 2.4% para todo el período – notando que la meta de inflación de las autoridades monetarias en los Estados Unidos es 2% anual. En cambio, las calculadas en septiembre de 2023 reflejaban expectativas de inflación cercana a 3% en el corto plazo. El comportamiento de las expectativas reflejado en la gráfica por lo tanto respalda la decisión de la Reserva Federal – anunciada en septiembre de 2024 – de reducir en medio punto porcentual la meta para la tasa de referencia de la política monetaria: la nueva meta estará entre 4.75% y 5%. Anteriormente, el rango era entre 5.25% y 5.50% y el ciclo alcista inicio a partir del rango de 0%-0.25% en 2022.
¿Cuál es el impacto esperado sobre las economías emergentes y en desarrollo – incluyendo a la República Dominicana – derivado de la reducción de la tasa de interés en los Estados Unidos? Un mecanismo de transmisión – potencialmente – opera vía el costo de invertir y el costo de oportunidad de consumir en las economías emergentes y en desarrollo. En ambos casos, la reducción en la tasa de interés afecta positivamente al agregado macroeconómico correspondiente.
El costo de contratar deuda nueva y de pagar compromisos existentes también puede ser menor para los gobiernos – tanto en moneda local como en moneda extranjera; esto último asumiendo que el tipo de cambio es constante. La economista Kalemli-Özcan examina otro canal que opera mediante el riesgo asociado a los créditos domésticos. El mecanismo opera mediante la percepción de riesgo, la cual puede reaccionar ante los cambios en las tasas de interés.
Probablemente, el logro más importante de la política macroeconómica en los últimos 40 años es el control de la inflación. Pero ese logro es frágil. Por esa razón, los economistas y bancos centrales alrededor del mundo deben continuar vigilantes y no ser complacientes con la estabilidad macroeconómica.