Entender la evolución de la economía es importante para las decisiones de la sociedad. Por esa razón indicadores económicos como el producto interno bruto (PIB) y la variación en los precios (inflación) reciben mucha atención del público. Pero las estadísticas que respaldan esos indicadores son observadas con frecuencia irregular y de forma imprecisa.
El tema está relacionado con el estudio de la economía como ciencia. Múltiples variables que forman parte de modelos teóricos -incluyendo el nivel de empleo ‘potencial’, y la tasa de interés ‘natural’- no son observables. Es decir, existen teóricamente pero solo podemos aproximarlas en la realidad.
En ese contexto surgen discrepancias entre la percepción y la realidad respecto al estado de la economía. La diferencia es particularmente importante en el contexto de choques adversos. Por ejemplo, la dinámica macroeconómica esperada luego de la pandemia por la COVID-19 es fuente de incertidumbre tanto para los hacedores de política como para el público.
Un artículo anterior enfocó atención sobre el entendimiento del proceso de formación de las expectativas macroeconómicas. Recapitulando, la literatura académica sugiere considerar herramientas adicionales a los modelos económicos formales. Edward E. Leamer, profesor en la Universidad de California-Los Ángeles, sugiere desarrollar historias para entender acontecimientos económicos históricos y prospectivos. Las investigaciones del premio Nobel de Economía Robert J. Shiller contribuyen al entendimiento de la materia.
La brecha entre la percepción y la realidad también afecta las deliberaciones y subsecuentes acciones sobre la política económica. Y además impacta sobre otros ámbitos importantes en la sociedad. Como ilustración, las decisiones del público en procesos electorales dependen -entre otros factores- de la percepción respecto al estado de la economía -una percepción negativa (real o ficticia) puede contribuir a la pérdida de confianza en las autoridades gubernamentales de turno.
Ilustremos la situación con el caso de los Estados Unidos. Investigadores de la Brookings Institution en Washington, D.C. enfocan atención sobre el tono de las noticias económicas. Ben Harris y Aaron Sojourner reportan que las noticias sobre la economía de los Estados Unidos fueron más negativas a partir de 2018, empeorando en 2021.
¿Existen factores fundamentales determinando esa tendencia? Harris y Sojourner relacionan el índice del Banco de la Reserva de San Francisco sobre el sentimiento de las noticias con variables económicas fundamentales (p. ej., PIB, inflación). El ejercicio econométrico revela una desconexión entre esas variables a partir de 2016 -con la tendencia de las noticias a ser más negativas.
La evolución de la relación entre la percepción y la realidad sobre la economía es importante dado -entre otros factores- su potencial impacto sobre la confianza del público. El mecanismo puede operar mediante el impacto sobre decisiones concretas -como las políticas públicas o las inversiones del sector privado. Pero también puede afectar las decisiones del público que determinan el liderazgo político en un país.