La evolución de la economía depende de múltiples factores. El comportamiento ‘observado’ de variables macroeconómicas -como el producto, la inflación, y el desempleo- puede explicarse utilizando modelos teóricos y evidencia empírica. Los economistas también asignan un papel importante a las ‘expectativas’ sobre la evolución de variables fundamentales. Como ilustración, actualmente los pronósticos macroeconómicos son cruciales para contemplar la recuperación luego de la pandemia.
El tema también es relevante para entender la efectividad de la política monetaria del banco central, pero el mecanismo de trasmisión es complejo. Por ejemplo, pronosticar la inflación (medida mediante la variación en el nivel de precios) es importante para las personas y sus decisiones sobre consumo, ahorro, o inversión. La calidad de las estimaciones depende de la credibilidad de las autoridades monetarias con el público –máxime cuando el banco central diseña e implementa la política monetaria en base a un esquema de metas de inflación, como en la República Dominicana y muchas otras economías.
En ese contexto, ¿cuál es la relación entre la comunicación del banco central y las expectativas respecto a la inflación? La comunicación es fundamental para que los agentes económicos comprendan, y confíen en, los anuncios del banco central respecto a las metas de la política monetaria. La relación también depende de la transparencia del banco central.
Por lo tanto, la posibilidad de consolidar la credibilidad del banco central depende de la efectividad de su estrategia de comunicación con el público. El economista Alan Blinder (Universidad de Princeton) y sus coautores argumentan que las expectativas respecto a la inflación están directamente relacionadas con la calidad de la comunicación del banco central. Concretamente, los investigadores razonan que si las autoridades monetarias son efectivas comunicándose con el público entonces los pronósticos de la inflación deben ser más acertados.
Definitivamente, la comunicación del banco central puede afectar la dinámica de la macroeconomía; pero en la práctica la relación es difícil de medir. El problema es más importante para bancos centrales en países en vías de desarrollo. En esas economías las instituciones de política monetaria suelen ser más débiles, y operan en el contexto de mercados incompletos o inexistentes; ver Ghatak y Sánchez-Fung.
Por ejemplo, los bancos centrales en economías emergentes carecen de herramientas disponibles para sus contrapartes en economías avanzas. Como ilustración, Kedan y Stuart -en una investigación publicada por el Banco Central de Irlanda– notan la importancia de publicar las deliberaciones de los comités de política monetaria. La investigación también analiza la comunicación respecto a la postura futura de la política del banco central.
La comunicación del banco central es crucial para la formación de las expectativas respecto a la inflación. Pero estimar el mecanismo de transmisión empíricamente es complejo. El tema es sujeto de estudio continuo en la literatura teórica y empírica. Y la coyuntura macroeconómica global actual ilustra la relevancia del tema para la práctica de la política monetaria.