Los efectos de la pandemia causada por la COVID-19 persisten como fuente de incertidumbre. El FMI reporta que la economía global decreció alrededor de 3% en 2020. Pero las campañas de vacunación progresan y las perspectivas para el resto de 2021 son positivas -el crecimiento esperado del PIB real global es 6%. La gráfica 1 refleja una tendencia similar en el índice de actividad económica global del Banco de la Reserva de Dallas.
Estados Unidos puntea entre las economías avanzadas respecto a las expectativas para la recuperación: escenarios optimistas pronostican que el PIB real cerrará el año en un nivel similar al registrado antes de la pandemia. Cifras recientes del índice de actividad nacional del Banco de la Reserva de Chicago confirman la tendencia. Sin embargo, Europa rezaga en el control de la pandemia y el relanzamiento de su economía. China lidera en ambos renglones entre las economías emergentes.
El gasto extraordinario aprobado por el gobierno de los EEUU –totalizando casi 2 trillones de dólares– es fundamental para los pronósticos. Economistas prominentes, como Olivier Blanchard del Instituto Peterson y Lawrence H. Summers de la Universidad de Harvard, sopesan el efecto potencial sobre la inflación. Ambos economistas argumentan que la inyección es relativamente grande respecto a la diferencia creada por la pandemia entre el producto potencial y el observado.
Robert J. Barro, también de la Universidad de Harvard, critica la visión aparentemente pasiva de las autoridades del gobierno de los EEUU respecto a la inflación. Barro destaca el riesgo de afectar negativamente la credibilidad de la Reserva Federal con el público. La gráfica 2 exhibe las expectativas de inflación para los EEUU reportadas por la Universidad de Michigan. Otros indicadores –por ejemplo, los retornos de los bonos de 10 años del Tesoro de los EEUU- apuntan en la misma dirección.
El debate tiene como contrapeso la posición de Paul Krugman –ganador del Premio Nobel de Economía y columnista del New York Times. Krugman argumenta que la naturaleza de la crisis amerita medidas aparentemente desproporcionadas. Ambos puntos de vista –Blanchard, Summers, Barro versus Krugman- descansan sobre temas contenciosos; por ejemplo, la magnitud del multiplicador del gasto fiscal y la relevancia de la curva de Phillips. Economistas del Banco de la Reserva de Richmond también advierten sobre los límites respecto al financiamiento del déficit fiscal.
¿Por qué el escenario hipotético con inflación creciente en los EEUU es relevante para el resto del mundo, incluyendo la República Dominicana? El mecanismo de transmisión central operaría mediante las tasas de interés más elevadas necesarias para compensar por inflación mayor que la meta de 2% de la Reserva Federal. Ese contexto implicaría que países emergentes, como la República Dominicana, tendrían que incrementar las tasas de interés, ceteris paribus, para evitar la depreciación de sus monedas, salida de capitales, o ambas. El escenario también envolvería pagar tasas más altas por las deudas prexistentes en adición a las acumuladas por los sectores público y privado para paliar los efectos de la crisis.
¿Cuál es la realidad al nivel microeconómico-sectorial? Como ilustración, utilizamos la situación del sector turismo -uno de los más afectados por la pandemia y de gran importancia para la esperanza de recuperación económica en países como la República Dominicana. La naturaleza del choque afecta directamente la movilidad de las personas y por lo tanto las actividades del sector.
Cifras de la Organización Mundial del Turismo revelan que las llegadas de turistas al nivel global decrecieron casi 90% entre enero de 2020 y enero de 2021; el impacto regional es relativamente homogéneo. La OMT vislumbra dos escenarios para la segunda mitad de 2021. El contexto optimista implica que el número de llegadas de turistas al nivel global retornaría al nivel pre-pandemia a finales de 2021; nótese que ese volumen no compensaría por las pérdidas incurridas durante la pandemia.
La pandemia es difícil de resolver y la magnitud del impacto sobre la economía global todavía es incierto. Pero las acciones de política macroeconómica (fiscal y monetaria) conducen a conjeturar sobre escenarios potenciales. La recuperación económica –aunque probablemente parcial- avecina. Pero los retos son múltiples y complejos, especialmente para las economías en vías de desarrollo, incluyendo la República Dominicana.
Gráfica 1
Índice de actividad económica real global del Banco de la Reserva de Dallas, 2020-2021
Gráfica 2
Expectativas de inflación (% anual) reportadas por la Universidad de Michigan, 2020-2021