El 30 de octubre de 1938, un joven actor de teatro llamado Orson Welles presentó en su programa radial por la cadena CBS una dramatización de “La Guerra de los Mundos”, una novela de ciencia ficción publicada en 1898 por H.G. Wells. Para dar un tono realista a la obra, Welles interrumpió la transmisión para reportar la llegada de objetos voladores no identificados desde Marte con el objetivo de invadir nuestro planeta. Esta noticia, más allá de servir al propósito de la dramatización, generó una histeria colectiva en varias ciudades estadounidenses, incitada por aquellos que ignoraban el contexto del aterrador anuncio establecido al inicio de la trasmisión. El famoso titular del New York Daily News que rezaba: “Falsa guerra radial suscita terror en Estados Unidos”, da cuenta de la magnitud del escándalo. Aunque la intención del mítico Welles, quien luego llegaría a ser un prolífico director y protagonista de la obra maestra Citizen Kane, era la de utilizar su talento e ingenio para hacer arte, ese momento en la historia de la radio estadounidense revela, como pocos, el potencial impacto desestabilizador de lo que hoy denominamos fake news.
Los fake news son en esencia noticias falsas, sin ningún respaldo en los hechos, ni ninguna fuente o cita verificable, creadas con el objetivo de engañar a sus receptores. Según Nir Kshetri y Jeffrey Voas, expertos en computación y ciencias de la información, la mayoría de los fraudes asociados con fake news en las redes sociales no son perpetrados por hackers, sino por organizaciones e individuos que generan noticias engañosas que lucen legítimas y emplean ingeniería social[1] y métodos psicológicos para generar clicks en sus páginas e incidir en la reacción y el comportamiento de sus lectores.
Implementados a nivel masivo, los fake news pueden repercutir de forma decisiva en decisiones de carácter político, social y económico. Por ejemplo, los economistas Hunt Allcott y Matthew Gentzkow en un artículo publicado en el Journal of Economic Perspectives analizaron el rol de las redes sociales y los fake news en las elecciones de 2016 de Estados Unidos. Entre sus hallazgos, los autores destacan que durante los tres meses previos a la elección noticias verificadas como falsas que favorecían al candidato republicano fueron compartidas 30 millones de veces en Facebook, muy por encima de las que beneficiaban a su oponente demócrata que solo fueron compartidas 8 millones de veces. En ese mismo tenor, la UNESCO recientemente denunció que la diseminación de noticias falsas relacionadas a la pandemia del COVID-19 han hecho más difícil su control a nivel mundial. Este fenómeno también tiene un impacto económico. En un estudio realizado por la compañía de ciberseguridad CHEQ y la Universidad de Baltimore, se estimó que las noticias falsas tienen un costo de unos US$ 78 mil millones anuales para la economía global.
Información y economía
Desde el punto de vista de la teoría económica, la disponibilidad, búsqueda y uso de información juega un rol fundamental en el funcionamiento y equilibrio de los mercados. Su importancia en el análisis económico ha permitido el auge de la Economía de la Información como un campo en vertiginoso crecimiento. Su desarrollo ha evolucionado desde su conceptualización como resultado de un sistema de precios en un mercado libre planteado por Friedrich von Hayek en su influyente artículo The Use of Knowledge in Society, a su incorporación formal a la modelización económica iniciada por George Stigler en The Economics of Information, hasta lograr su máxima notoriedad científica como objeto del Nóbel otorgado a George Akerlof, Michael Spence y Joseph Stiglitz por su análisis de mercados con información asimétrica.
En el contexto de los avances tecnológicos y la proliferación del internet, Stiglitz reconoce su impacto positivo sobre el aumento de la competencia y la reducción del costo de la información. Sin embargo, también advierte que su uso masivo ha elevado sustancialmente la capacidad de extracción de rentas en favor de quienes tienen acceso preferencial a la información. La extracción de rentas es un concepto económico que ocurre cuando una entidad busca extraer beneficios (rentas) sin realizar ninguna contribución a la productividad. En palabras más sencillas, es “la capacidad de obtener dinero a cambio de nada”, como bien lo definió el Profesor Fred McChesney de Northwestern University en su libro “Money for Nothing”.
Por ende, existe el riesgo de que quienes dominan la captación de información, como es el caso de Google y Facebook, distorsionen el funcionamiento de los mercados de bienes y servicios y generen los incentivos para la asignación de recursos hacia áreas que potencien la extracción de rentas en perjuicio de aquellas que podría generan mayor bienestar social. Para Stiglitz, esta es un área plagada de externalidades negativas y fallas del mercado, que amerita una regulación más estricta e inteligente por parte de los gobiernos.
No obstante, es necesario reconocer que los fake news también están relacionados con un fenómeno social más amplio. Toby Hopp, Patrick Ferrucci y Chris Vargo investigadores en temas de información y comunicación de la Universidad de Colorado, utilizando datos de encuestas e información recopilada por Facebook y Twitter, estudiaron el grado en que el extremismo ideológico, la desconfianza en el orden institucional y falta de credibilidad de los medios noticiosos se asocian con la diseminación de fake news. Este fenómeno, también denominado countermedia, involucra la difusión de afirmaciones falsas, sesgadas, engañosas e inherentes al sectarismo partidario, grupal o religioso con el objetivo de contrarrestar las informaciones emitidas por los principales medios de comunicación.
Los resultados obtenidos revelan el alarmante y creciente uso de las redes sociales para difundir fake news. Los autores también encontraron que compartir contenido de countermedia en Facebook está asociado positivamente con el extremismo ideológico y negativamente con la confianza en los principales medios de comunicación. En el caso de Twitter, la evidencia sugiere que la diseminación de countermedia está asociada negativamente con la confianza en el orden social e institucional.
No hay soluciones sencillas
Utilizar medios de comunicación para inducir a los agentes económicos a tomar decisiones de consumo en favor de determinados bienes o servicios no es una novedad. Sin embargo, el uso masivo de las redes sociales ha generado para sus proveedores la posibilidad de manipular de manera sistemática, indiscriminada e imperceptible a sus usuarios, produciendo un sesgado (y hasta peligroso) ecosistema informativo que podría generar decisiones subóptimas para consumidores que carecen de la capacidad de evaluar objetivamente la precisión y calidad de la información y sus fuentes. Además, debemos estar conscientes de que a medida que las herramientas digitales para generar historias, falsificar imágenes y videos se vuelvan cada vez más sofisticadas y accesibles, tendremos que hacernos la misma pregunta que muchos estadounidenses se hicieron a raíz del pánico generado por la “La Guerra de los Mundos”: ¿cómo sabremos que la información es verdadera o es fake news?
Por ende, este problema no puede abordarse solo de manera individual. Hoy en día, las redes sociales como Facebook y Twitter y buscadores como Google ocupan el lugar que alguna vez tuvieron las emisoras de radio y los canales de televisión, sirviendo como medios masivos de noticias e información. Esa posición privilegiada debe ejercerse con la responsabilidad de servir al interés público protegiendo activamente a los usuarios de información falsa. Sin impedir la libertad de expresión, los gigantes tecnológicos deben continuar estableciendo límites razonables para reducir la proliferación de sitios webs y cuentas que difunden noticias falsas, ya sea que representen a individuos, organizaciones, bots o algoritmos.
Sin embargo, a pesar de la creciente presión y hasta sanciones de muchos gobiernos contra Facebook, Google, Twitter y otras, para que rompan el círculo de creación de noticias falsas, seguirá siendo difícil que se tomen medidas contundentes mientras estos sigan más ocupados en contar los exorbitantes beneficios que las fake news les generan anualmente.
______________
[1] La ingeniería social es la práctica de obtener información confidencial a través de la manipulación de usuarios legítimos. El principio que sustenta la ingeniería social es el de que, en cualquier sistema, los usuarios son el eslabón más débil.
Referencias:
- Allcott, H. and Gentzkow, M. (2017). “Social Media and Fake News in the 2016 Election”. Journal of Economic Perspectives. Vol. 31, no. 2, spring (pp. 211-36) https://www.aeaweb.org/articles?id=10.1257/jep.31.2.211
- Hayek, F. A. (1945). “The Use of Knowledge in Society”. American Economic Review, XXXV, No. 4; September, 1945, pp. 519–30.
- Hopp, T., Ferrucci, P. and Vargo, C. (2020) “Why Do People Share Ideologically Extreme, False, and Misleading Content on Social Media? A Self-Report and Trace Data–Based Analysis of Countermedia Content Dissemination on Facebook and Twitter.” Human Communication Research, Volume 46, Issue 4, October, Pages 357–384, https://doi.org/10.1093/hcr/hqz022
- Kshetri, N. and Voas, J. (2017). “The Economics of Fake News”. IEEE IT Professional 19(6),8-12. http://wmcyberintrusion.info/wp-content/uploads/2017/11/FakeNews2017.pdf
- McChesney, F. (1997). “Money for Nothing: Politicians, Rent Extraction, and Political Extortion”. Harvard University Press.
- Priority Consultants (2020). “Fake News and its Impact on the Economy”. Blog. August. https://priorityconsultants.com/blog/fake-news-and-its-impact-on-the-economy/
- Schwartz, B. (2018). “Orson Welles and the Birth of Fake News”. New York Times. Oct. 30, 2018https://www.nytimes.com/2018/10/30/opinion/orson-welles-war-of-the-worlds-fake-news.html
- Stigler, G. (1961). “The Economics of Information”. Journal of Political Economy, University of Chicago Press, vol. 69, pages 213-213.
- Stiglitz, J. (2017) “The Revolution of Information Economics: The Past and the Future”. NBER Working Papers 23780, National Bureau of Economic Research. https://www.nber.org/system/files/working_papers/w23780/w23780.pdf
- UN News (2020). “During this coronavirus pandemic, ‘fake news’ is putting lives at risk: UNESCO.” April 13. https://news.un.org/en/story/2020/04/1061592