Educación, Competencia y Compromiso Social (II de III)
“Lo siguiente en importancia a la libertad y la justicia es la educación popular; sin esta ni la Libertad ni la Justicia puede ser permanentemente mantenida.”
James A. Garfield
El nivel de control actual que ejerce el Estado Dominicano sobre el sistema educativo público ha resultado en un traspaso significativo de la responsabilidad de la educación de los padres hacia el gobierno. En nuestro país, los padres tienen muy poco poder de decisión sobre el contenido de la enseñanza que recibirá el niño y, más aún, poca incidencia sobre la calidad de la enseñanza y de los profesores de las escuelas públicas. Con un sistema de cupones, los padres inciden sobre la calidad de la educación de los hijos ya que pueden elegir el centro educativo de su preferencia. De no gustarles el centro educativo actual, los padres pueden optar por llevar a sus hijos a cualquier otra escuela pública o privada que provea mejores servicios y que estén más adecuados a sus requerimientos. Es decir, los padres podrían optar por centros educativos con enseñanza tradicional, vocacional, politécnicos, y con el enfoque religioso de su preferencia.
El establecimiento de un sistema de cupones incrementa la eficiencia y calidad del sistema educativo mediante el aumento de la competencia. La libertad de los padres de poder elegir el centro de enseñanza haría que las escuelas tengan que competir por atraer los alumnos, aumentando tanto la calidad del profesorado como del currículo de enseñanza. Más aún, los padres pueden hacer valer sus opiniones sobre el centro educativo ya que simplemente podrían “votar con los pies” retirando sus hijos de la institución, en caso que no estén satisfecho con el servicio. El aumento de la competencia en el sistema educativo también tendría como efecto el aumento de la oferta y la calidad, y la reducción de los costos de los servicios privados ya que estos centros querrían atraer las familias beneficiadas con el subsidio. De igual manera, los centros educativos públicos competirían por atraer a los mejores profesores aumentando su nivel promedio de salarios, provisto que los directores de escuelas tengan libertad de contratación y de negociaciones de sueldos a manera individual con los maestros. Finalmente, la necesidad de los centros públicos de competir tendría un impacto positivo y significativo en los métodos de enseñanza implementados y en el mantenimiento de la infraestructura de los planteles escolares.
Aumentar la competencia en el sistema educativo dominicano tiene efectos positivos en los niveles de integración de la sociedad. Con un sistema de cupones, los padres ya no están obligados a llevar a sus hijos a la escuela pública que corresponde a su localidad. Más aún, este sistema no restringe a los padres a que inscriban a sus hijos en centros que ofrezcan un servicio de monto equivalente al del cupón. Por ejemplo, una familia en Villa Consuelo podría inscribir a sus hijos en un centro privado en Gazcue o San Juan Bosco, utilizando el cupón más alguna diferencia que puedan pagar. Esto fomentaría la integración de los jóvenes de distintos estratos económicos de la sociedad. Debido a la focalización del subsidio, las familias beneficiadas de cupones con hijos muy talentosos podrían obtener con mayor facilidad recursos extras, a través de instituciones públicas o donaciones privadas, para inscribir a sus hijos en centros de enseñanzas avanzados ya que el donante enfrentaría menores costos.