Desde 2020 el ciclo de negocios de la economía internacional sufrió el efecto adverso de la pandemia derivada de la COVID-19. La subsecuente recuperación de la economía e inflación crean la urgencia de normalizar la política monetaria. El tema estaba pendiente antes de la pandemia y ocupa la atención de los hacedores de política al nivel global.
El proceso de contracción de la política monetaria en los países avanzados inició con la Reserva Federal de los Estados Unidos. La decisión de la Reserva Federal a principios de noviembre de 2022 establece un rango entre 3 ¾% y 4% para la tasa de referencia de los fondos federales. El proceso de normalización continúa, pero la tasa de inflación esperada en los próximos 10 años persiste por encima de la meta anual de 2% de acuerdo con cifras del Banco de la Reserva de Cleveland.
El Banco Central Europeo también inició su ciclo de contracción después de un extenso período con la tasa de política monetaria en territorio negativo. Pero Japón no contempla cambio en su política monetaria, por razones históricas bien conocidas -décadas con estancamiento de los precios y la economía real. En ese contexto, China -la economía emergente más importante del mundo- vacila.
El panel A de la gráfica muestra la tasa de interés efectiva de los fondos federales de los Estados Unidos y una tasa de interés de corto plazo para China. El panel B de la gráfica contiene el tipo de cambio entre el dólar y el renminbi. La depreciación de la moneda china refleja la divergencia entre las tasas de interés.
¿Por qué las autoridades de China no han ajustado la tasa de interés? La razón principal es que la economía de China sufre las consecuencias de la estricta política para luchar contra la pandemia. Ver, por ejemplo, los valores recientes del índice TIGER elaborado por la Institución Brookings en Washington; una política monetaria más apretada exacerbaría la situación.
Pero el costo de no ajustar la política monetaria de China puede complicar los desbalances macroeconómicos existentes; por ejemplo, la depreciación de la moneda implica, ceteris paribus, mayores exportaciones e influjo de divisas. Consecuentemente, el Banco Popular (Central) de China recibe más presión sobre su complicada política monetaria: los influjos deben ser manejados cuidadosamente mediante la política de esterilización para no afectar la trayectoria de las principales variables macroeconómicas. El problema también afecta la distribución de los activos externos netos de las naciones.
La economía de China confronta retos complejos -incluyendo en la implementación de la política monetaria. Los desbalances macroeconómicos internos y externos resultantes de su espectacular crecimiento económico durante cuatro décadas demandan atención. La tarea implica calcular intercambios importantes -entre estabilidad macroeconómica, por un lado, y crecimiento y desarrollo económico, por el otro.
Gráfica
Panel A: Tasas de interés de corto plazo en China (eje izquierdo, línea azul) y los EE. UU. (eje derecho, línea negra) (% anual), 2000-2022
Panel B: Tipo de cambio renminbi por dólar de los EE. UU., 2000-2022
Fuente: elaboradas por el autor con FRED del Banco de la Reserva de San Luis (panel A: INTDSRCNM193N y FEDFUNDS; panel B: DEXCHUS).