El Comercio de Servicios: el valor de lo intangible
No es fruto de la casualidad que las dos mayores fortunas del mundo, Bill Gates y Carlos Slim, hayan sido generadas en el sector de los servicios (tecnologías de la información y la comunicación, TIC). Actualmente el sector de los servicios representa dos tercios de la producción global, un tercio del empleo mundial, cerca del 20% del comercio internacional y más de la mitad de la inversión extranjera directa (IDE)[1].
Desde finales del siglo XIX y hasta mediados del siglo XX, las principales actividades económicas llevadas a cabo tanto por los países desarrollados como en desarrollo, estaban vinculadas de una forma u otra con la transformación de los recursos naturales en productos no elaborados (sector primario), así como por trabajos artesanales y procesos de manufactura industrial, por el cual las materias primas de origen primario, mediante valor añadido, se tornaban en nuevos productos (sector secundario).
Al finalizar la Segunda Guerra Mundial se crea un nuevo orden mundial bajo la directrices de las instituciones creadas en la Conferencia de Bretton Woods: Fondo Monetario Internacional (FMI), Banco Mundial (BM), Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT)—este último posteriormente convertido en la Organización Mundial Comercio (OMC). A partir de entonces, se inicia un proceso de transformación en la estructura económica de los países participantes en el referido evento, en la que el sector de los servicios (sector terciario) comienza a representar una proporción importante del producto interno bruto (PIB) en muchas de estas economías. A partir de la caída del muro de Berlín (1989), los servicios se convierten en el sector económico de mayor crecimiento a nivel mundial y en el principal propulsor de la globalización.
Durante las últimas tres décadas, el comercio de servicios ha crecido a un ritmo extraordinario pasando de US$367,000 millones en 1980 a US$4.17 billones en 2011, promediando un crecimiento anual del 8.2%. Sin embargo, a pesar de su buen desempeño, el comercio de servicios aún dista de los volúmenes transados en el comercio de mercancías, los cuales pasaron en el mismo periodo de los US$2.03 billones reportados en 1980 a 18.26 billones en 2011, promediando un crecimiento anual del 7.3%. Según datos de 2011, los cinco principales exportadores de servicios en función de su cuota en el mercado mundial son: Estados Unidos (13.9%), Reino Unido (6.5%), Alemania (6.08%), China (4.38%) y Francia (4.0%). Es importante resaltar el crecimiento vertiginoso presentado por China, ya que en 1980 ocupaba el puesto 31, con una participación mundial de apenas el 0.55 por ciento[2].
De acuerdo a estudios realizados, los servicios representan la mayor parte del valor añadido para las mercancías manufacturadas llegando alcanzar hasta el 70%, según sea el caso[3]. La relación de los servicios como valor agregado a los bienes tangibles inicia desde las etapas iníciales de la producción como estudios de viabilidad y actividades de investigación y desarrollo; en las etapas intermedias a modo de servicios administrativos, de contabilidad y de ingeniería; y en las últimas etapas mediante (Marketing, publicidad, almacenamiento y distribución).
En el ámbito multilateral, el Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (AGCS) es el instrumento jurídico establecido por la OMC para regular las actividades del comercio de servicios entre sus miembros. A diferencia de lo que sucede con el comercio de mercancías, el cual utiliza el Sistema Armonizado de Designación y Codificación de Mercancías (SA) para determinar las concesiones arancelarias establecidas en el GATT, los servicios no cuentan con una clasificación uniforme que identifique de manera particular las actividades del sector servicios.
Sin embargo, con el interés de poder de estructurar sus compromisos, los miembros de la OMC utilizan un sistema de clasificación que se compone de 12 servicios básicos, la denominada Lista de Compromisos (servicios prestados a las empresas y/o sectores de comunicaciones, construcción, distribución, enseñanza, relacionados con el medio ambiente, financieros, sociales y de salud, turismo, esparcimiento y culturales, transporte y otros servicios), la cual se deriva en gran medida de la Clasificación Central de Productos de Naciones Unidas. A su vez, los 12 sectores antes señalados se subdividen en 160 subsectores, los cuales obviaremos por asunto de espacio.
En una próxima entrega explicaremos con detalle y ejemplos ilustrativos los “Modos de Suministros o de Prestación de los Servicios” establecidos en el AGCS, además de cómo la liberalización del comercio de servicios puede contribuir con el desarrollo económico.
[1] Servicios: normas encaminadas al crecimiento y la inversión (ver detalles en: https://www.wto.org/spanish/thewto_s/whatis_s/tif_s/agrm6_s.htm)
[2] Informe sobre el comercio mundial 2013 (ver detalles en: https://www.wto.org/spanish/res_s/publications_s/wtr13_s.htm)
[3] Centro de Comercio Internacional (ver detalles en: http://www.intracen.org/servicexport/sehp_economic_contribution.htm)