Evidencia del Ciclo Político-Económico en República Dominicana
“…within an incumbent’s term in office there is a predictable pattern of policy, starting with relative austerity in early years and ending with the potlatch right before elections.”
William D. Nordhaus, 1975, p. 187
La interrogante sobre si los hacedores de políticas intentan manipular la economía con fines electorales o hasta qué punto los partidos son responsables del desempeño económico durante su mandato son cuestiones que resurgen en cada campaña electoral. Desde el punto de vista teórico, Nordhaus (1975) sostiene que si los individuos basan sus decisiones de votación en el desempeño de la economía durante el último periodo electoral y al mismo tiempo valoran más las decisiones recientes de política con relación a las tomadas en el pasado lejano (i.e., los agentes tienen memoria corta), entonces los hacedores de política tendrán el incentivo de influenciar el ciclo económico con fines de obtener provecho electoral (en inglés, estos modelos se conocen como “oportunistic political cycle model”) . Del mismo modo, Hibbs (1977) argumenta que la existencia de una curva de Phillips explotable puede incentivar a que gobiernos con inclinaciones de derecha o izquierda elijan distintas combinaciones de desempleo, crecimiento económico, e inflación resultando en ciclos económicos determinados por la inclinación del partido en control (en inglés, “partisan political cycle model”).
Desde el punto de vista empírico, la relación entre el ciclo electoral y el ciclo económico ha sido ampliamente documentada en la literatura. En el caso de los Estados Unidos, por ejemplo, los primeros trabajos en este tema han determinado que la situación económica puede determinar el resultado tanto de las elecciones congresionales (Kramer, 1971; Tufte, 1975), como de las elecciones presidenciales (Fair, 1982, 1988) . También, resultados similares se encuentran cuando se analizan los casos de las economías de Inglaterra, Francia, Italia, España, Dinamarca, Noruega, entre otras (Lewis-Beck, 1988; Madsen, 1980).
Trabajos más reciente se han enfocado en demostrar las hipótesis de la existencia tanto de ciclos políticos-económicos oportunistas, mediante la observación del desempeño de algunas variables económicas antes y después de las elecciones, como la hipótesis de la existencia de ciclos partidistas, o diferencias sistemáticas en el desempeño económico atribuibles a partidos en el poder (Grier 1989; Alesina, Roubini y Cohen 1992, 1997; Faust e Irons 1999). En el primer caso, las conclusiones arrojan que para un número significativo de países pertenecientes a la OECD se evidencia un incremento en la cantidad de dinero en el periodo pre-electoral seguido de un aumento significativo de la inflación en el periodo post-elecciones, lo que evidencia la presencia de ciclos oportunistas. En el segundo caso, existe un consenso general en la literatura sobre la existencia de ciclos políticos partidistas, especialmente cuando el análisis se enfoca en el crecimiento del PIB (Drazen 2000).
En el caso particular de la República Dominicana, a pesar de las constantes denuncias publicadas en la prensa de uso de recursos del estado con fines electorales durante las elecciones, los estudios científicos de los ciclos económicos-electorales son escasos. Guzmán y Lizardo (2003) presentan probablemente el trabajo más riguroso en este tema donde analizan el ciclo económico-electoral para el periodo comprendido entre 1966 y 1996, enfocándose en el comportamiento de los ingresos, gastos y balances fiscales. Estos autores concluyen que por el lado del gasto gubernamental se evidencia un fuerte ciclo económico electoral con un aumento significativo del gasto público en el periodo antes de las elecciones, seguido de una reducción en los meses subsiguientes. Más aún, la reducción del gasto público durante el periodo post electoral es tan significativa que el crecimiento anual del gasto gubernamental durante los años electorales resulta ser inferior al crecimiento anual que experimenta el gasto durante los periodos no electorales! Por otro lado, Marcelino, Jiménez y Lamarche (2012) estudian la relación entre el gasto social y los ciclos económicos-políticos de República Dominicana para el periodo entre 1976 y 2009 y concluyen que no existe una relación significativa entre el comportamiento de los componentes del gasto y el ciclo la variable electoral. Sin embargo, esta falta de evidencia podría atribuirse a que Marcelino et al. (2012) utilizaron datos anuales en sus estimaciones, lo cual impide identificar los cambios en las variables fiscales durante los meses justo antes y después de las elecciones, como señalaron Guzmán y Lizardo (2003).
En un trabajo más recienten Vásquez-Ruíz, Rivas y Díaz (2013) presentan un análisis comprensivo sobre la relación entre los ciclos políticos y económicos de la Republica Dominicana, abarcando el periodo 1978 y 2012, con el objetivo de presentar evidencia sobre las hipótesis de existencia de ciclos políticos-económicos oportunistas y partidistas en la República Dominicana. Adicionalmente, al poner a prueba la hipótesis sobre la existencia de ciclos económicos partidistas, este estudio permite clasificar los tres principales partidos políticos dominicanos en conservadores y liberales, acorde a la literatura. Este último aspecto es novedoso en la literatura de los ciclos políticos-económicos dominicanos ya que al momento no conocemos sobre la existencia de trabajos similares al respecto. En una próxima entrega, discutiremos los aspectos concluyentes de este trabajo.
Referencias
- Vásquez-Ruíz, Harold; Rivas, Rafael, y Raymer Díaz. (2013). “Evidencia del ciclo político-económico en la República Dominicana”. Revista Ciencia y Sociedad, vol. XXXVIII, no. 2, Abril-Junio 2013.
- Nordhaus, William. (1975). “The political business cycle”. Review of Economic Studies, 42, 169-190.