El desarrollo económico opera en el largo plazo como resultado del progreso de múltiples factores -incluyendo el capital humano, la industrialización, y el comercio global. Por esa razón puede ser complejo determinar el avance entre los ciclos de negocios en el corto y medio plazos, y esa realidad a su vez puede conducir al pesimismo. ¿Cuál es la situación actual al nivel mundial respecto al crecimiento y el desarrollo?
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas fueron establecidos en 2015 para proveer una referencia objetiva en la materia. Lamentablemente, las cifras reflejan que el avance es insuficiente. El Informe sobre las Inversiones en el Mundo 2022 de la UNCTAD señala que “…el déficit de inversión en todos los sectores de los ODS ha aumentado de 2.5 billones de dólares en 2015 a más de 4 billones de dólares anuales en la actualidad.”
¿Cuál es el diagnóstico de los estudios académicos sobre los avances en áreas críticas para el desarrollo económico? Un tema importante en la literatura es la desindustrialización prematura y sus posibles consecuencias sobre las perspectivas para el desarrollo económico. Ver, por ejemplo, la contribución de Dani Rodrik (Universidad de Harvard).
El economista Kunal Sen -director del Instituto Mundial para la Investigación sobre el Desarrollo Económico de la Universidad de las Naciones Unidas (UNU-WIDER) en Helsinki- y sus coautores investigan la industrialización en una muestra de países. Los investigadores emplean una base de datos desarrollada por UNU-WIDER con información sobre 51 economías. Los ejercicios econométricos reportados en la investigación indican un ‘renacimiento’ de la industrialización en algunas economías de ingreso medio.
Como ilustración, la gráfica muestra la participación del valor agregado de la industria en los últimos 25 años (como proporción del PIB) en los países menos adelantados -según la clasificación oficial de la ONU. La cifra es 22% en 1998 y alcanza 30% en el 2022. La tendencia es alentadora, aunque las cifras parten de una base relativamente pequeña en relación con la economía mundial.
Enfocándonos sobre elementos macroeconómicos, Arvind Subramanian y otros estudian el crecimiento económico al nivel agregado. Los investigadores estiman que desde mediados de los 1990s el crecimiento económico en los países en vías de desarrollo refleja convergencia con el de los desarrollados, y que esa convergencia no está explicada por menor ritmo de crecimiento en los países avanzados. Los resultados de los análisis empíricos conducen a que los economistas critiquen la posición pesimista de la profesión argumentando sobre la supuesta existencia de una ‘trampa del ingreso medio’.
Fomentar el crecimiento económico, y su impacto sobre el desarrollo, es una tarea ardua y continua. Los resultados pueden tardar y frecuentemente son difíciles de medir con exactitud. Pero la buena noticia es que la humanidad se encuentra en un buen momento de su historia, a pesar de las múltiples crisis que actualmente afectan las economías en todo el mundo, y por lo tanto existen razones para ser optimistas respecto a las perspectivas para el desarrollo económico global.